¿Alguna vez llegaste a escuchar el país de Zaire? Me imagino que no, porque ahora es reconocida como la República Democrática del Congo, pero eso es punto y aparte, lo que leerás leer hoy es sobre cómo antes un estado independizado de Bélgica vio la oportunidad de sobresalir en el fútbol pero que al final, terminó en humillación.
En 1971, dicho estado era gobernado por Mobutu Sese Seko, un sanguinario dictador que se autoproclamó “Padre de la Nación” y como le interesaba legitimar su nación, el fútbol fue la señal. Contrató a Blagoje Vidinic, entrenador yugoslavo que tuvo una buena actuación con Marruecos en el mundial de 1970, pero cuando llegó con su nuevo equipo, el panorama no pintaba nada bien: “Sólo habíamos visto jugar a nuestros compañeros africanos, no sabíamos ni entendíamos las tácticas y los estilos de juego de otros países”, explicaba Mantantu Kidumu, capitán de la selección de aquel entonces, aún así, con el paso del tiempo Vidinic logró la solidez defensiva necesaria para clasificar al mundial de 1974 y además ser campeones de la Copa Africana del mismo año.
Gracias a tantos logros Mobutu renombró el apodo, ahora se llamarían leopardos en vez de leones y según testimonios premió a los futbolistas con casas, autos y viajes con sus familias a Estados Unidos.
Su meta en el Mundial era dejar una buena impresión aunque desgraciadamente el sorteo no les favoreció para nada, Escocia, Yugoslavia y Brasil les había tocado en su grupo: “Realizaron una selección de los mejores hechiceros. Agarraron al mejor de cada región. No querían que nos fuera mal. Cuando llegamos a Alemania la gente se acercaba a saludarnos y hacerse fotos con nosotros. Era como si nunca hubiesen visto una persona negra”, declaró Mwepu Ilunga, jugador de Zaire.
El día de su debut mundialista fue un 3 de Mayo de 1974 con una derrota por 2-0 ante Escocia, un debut amargo, pero que dejaba una que otra sensación positiva; el fraude fue que a unas horas de empezar su segundo partido se les avisó a los jugadores que les iban a recortar los montos de dinero a cobrar en la competencia, lo que ocasionó que se declaran en huelga sin tener una respuesta positiva debido a las presiones del gobierno que los obligaron a saltar al campo obteniendo una dolorosa derrota por 9-0 propiciada por Yugoslavia. Gracias a eso, su dictador los calificó de “Vergüenza Nacional” y que a diferencia de su rendimiento “el guerrero va de victoria en victoria”, además de que todas las ayudas prometidas que les quedaban fueron retiradas.
La FIFA vio la posibilidad de que abandonaran antes del tercer partido les prometieron 3000 marcos por jugador como compensación, así que desde Zaire, les fijaron una cifra de goles: “tres”, Ese era el número de anotaciones que se les permitía recibir por parte de los brasileños si querían regresar a su nación, algo que también le convenía a Brasil porque esa era la cifra que necesitaban para pasar de ronda. El primer tiempo terminó 1-0 pero desgraciadamente el segundo tiempo sería una burla para los africanos; el marcador ya iba 3-0 y los brasileños iban a cobrar un tiro libre, pero en eso, Mwepu corrió como el leopardo que era y pateó el balón en la dirección opuesta de su portería por lo que esa jugada fue interpretada como una muestra del escaso conocimiento futbolístico del país: “Lo hice a propósito. Por supuesto que conocía las normas del juego. Había jugado muchos años al fútbol antes de ese partido. ¿Creen que me habría hecho pasar por un perfecto idiota de forma deliberada? Estábamos jugando por nuestras vidas”, declaró el mismo jugador.
Al llegar a su casa nadie fue a recibirlos y Mobutu los consideró “enemigos de la Nación”, por lo mismo quedaron sumidos en la total pobreza, olvidados, siendo discriminados y humillados en su propia casa; nadie logró salir de sus ligas a pesar de que algunos jugadores tenían talla de que podían jugar en el extranjero, tal es el caso de Tshimen Buanga “El Beckenbauer negro” o Ndaye Mulamba el goleador de la Copa Africana de 1974.
https://twitter.com/OmarBS_/status/1517864817448652801?s=20&t=odwFtQvZCZe7nLqPkcyKEA