Jugar profesionalmente era el sueño de Mariel Duayhe, pero a los cuatro años su hermano mayor la obligaba a porterear con unos guantes más grandes que sus manos lo que ocasionó que el fútbol se volviera en una obsesión, al final lo que parecía una fantasía se volvió realidad a una edad muy temprana. Cuando tenía 17 años fue invitada a jugar para la Selección Mexicana.
“Pasé un tiempo con la selección nacional, pero en ese momento, el fútbol femenino en mi familia y México simplemente no lo era”, esto debido a que no pudo participar en torneos de mayor relevancia porque la organización estaba subdesarrollada, cabe destacar que la Federación Mexicana declaró un equipo femenino de alto nivel en 1963 pero no recibió el reconocimiento oficial de la FIFA hasta 1991.
Así fue como estudió la carrera de Marketing, aunque en su cabeza nunca salió la idea de que el mundo del balompié había terminado y así fue como el destino la reunió con su ex compañera: “Curiosamente, fue Mariana Gutiérrez, la actual directora de la Liga MX Femenil, la que me trajo de vuelta. Ella y yo jugamos juntos cuando éramos mucho más jóvenes. Estaba obteniendo su maestría y me preguntó si quería hacer prácticas en una agencia que nos pagara por ver partidos. Fue allí donde me di cuenta de que había una carrera en ser agente”.
Después de 13 años en ese medio, es agente de grandes estrellas de nuestro país como Daniela Espinosa, delantera de Xolos Femenil, Santiago Giménez del Cruz Azul, Erick Aguirre defensa del Monterrey, Jesús “Tecatito” Corona y más, pero la más importante de su carrera ha sido la transferencia de Erick Gutierréz al PSV, equipo histórico de Holanda.
El año pasado, específicamente en octubre, Mariel fue certificada como intermediaria en la Federación Mexicana de Futbol, además de ser parte de un grupo de solo 12 personas quienes cuentan con esta certificación, es la primera mujer en hacerlo y se ha vuelto un referente en la industria gracias a que estamos en un país racista gracias al dominio machista que se maneja: “Culturalmente, vivimos en una sociedad machista, era extraño ver a las mujeres en un ámbito laboral o corporativo, y aún más en el medio de fútbol. He tenido que comprobar, con mi trabajo, que estoy al mismo nivel que ellos y que sé de fútbol igual que ellos”. Aún así, ella está encantada por romper un techo de cristal para que más mujeres se registren para ayudar a las jugadoras de la Liga MX Femenil a que tengan un contrato más cercano en cuestión de términos a la de los hombres.
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